Facebook sí escucha tus conversaciones

Yamil Elías
10 min readNov 5, 2020

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Seguramente has escuchado alguna vez esta teoría conspirativa, pero, ¿es sólo una teoría? ¿O es verdad que Facebook escucha lo que platicas con tus amigos? Hay mucha información de donde podemos basarnos para afirmar que Facebook de verdad lo hace, así que me di a la tarea de que la siguiente cosa que escribiría sería sobre si esto es verdad o no.

¿Qué dice Facebook?

Primero que nada, quiero empezar con la posición que tiene Facebook al respecto. Desde 2016 han afirmado que no utilizan el micrófono para presentar anuncios a sus usuarios y eso ha sido lo que han repetido múltiples veces, desde la primera vez que los acusaron de eso:

La verdad es que anunciar al público que lo hacen sería una pésima jugada y quizás perderían millones de usuarios. A pesar de lo que mucha gente dice “que su información no es importante” o que “a nadie le importa”, es todo lo contrario. Sí es importante. Sí hay personas a las que les importa. No voy a escribir sobre las implicaciones de todo esto, sino que lo voy a tratar de hacer de la manera más sencilla posible. Netflix lo ha explicado extremadamente bien en su serie de Black Mirror sobre cómo se puede utilizar la información de las personas para manipularlas. Además, recientemente sacó un documental bastante desarrollado llamado The Social Dilemma, que, si no has visto, te lo recomiendo ampliamente.

Entonces, ¿qué hace Facebook?

¿Qué pasa si las empresas saben sobre tu comportamiento? Fácil: pueden usar esa información para darte todo lo que desees. No suena para nada mal, es más, ¿por qué impedirlo? Porque como seres humanos estamos medio idiotas (sí, aún tengo fe en la humanidad) y nos dejamos manipular por la opinión de alguien más. Si tienes ese amigo que odias que te acompañe a comprar ropa, por ejemplo, porque tú ibas por unos pantalones y terminaste con sudadera, calcetines, tenis y hasta una nieve porque te convenció de que lo compraras, sabes de qué hablo. Ahora imagínate ese mismo amigo, pero que siempre esté a tu lado diciéndote no sólo que debes comprar, sino también qué deberías opinar y qué deberías de ver. Ya no está tan chido, ¿no? Tú y yo lo golpearíamos sin dudarlo para que te deje en paz. Mínimo una mentada de madre sí se gana, pero eso no lo hacemos con las redes sociales.

Volviendo a la situación de Facebook. Con ese ejemplo queda más que claro a lo que me refiero. Facebook es ese amigo que escucha lo que buscas y te recomienda basado en tus gustos, no necesidades. En cuanto saber si Facebook utiliza tu micrófono, es fácil darte cuenta si lo hace o no. Sólo tienes que desactivarlo para poder revelar este misterio.

¿Sabes qué no puedes desactivar? La información que transmites a través de Facebook. Por si no lo sabías, Facebook es dueño también de Instagram, Messenger y WhatsApp (entre otros, pero estos dos son los más conocidos). Si me dices que no utilizas ninguna de estas aplicaciones, o el mismísimo Facebook, sé que estás mintiendo. Si hasta mis abuelos los usan más que yo. Seguramente estarás pensando “Yamil, ¿quién eres tú para decirme que estas aplicaciones son inseguras?”. La verdad es que no soy nadie, por eso justamente te estoy dejando sitios legítimos para respaldar todo lo que te digo. Cuando te cuente una mentira te aviso (o quizás no).

Primero hablemos de WhatsApp. Obviamente, en cuanto a mensajes se refiere, es más utilizada, incluso más que Messenger, que es la propia de Facebook. Ciertamente la aplicación utiliza una encriptación de punta a punta, que básicamente se refiere que ninguna persona va a ser capaz de ver tus mensajes. ¡A huevo! Ya con eso estamos seguros de que lo que platicamos no se usará de manera indebida. Pues…

Es broma, eres una excelente persona, pero sí estás mal. Eso te asegura que nadie fuera de Facebook (porque WhatsApp le pertenece) pueda ver tu mensaje. Lo que sí es cierto es que no hay persona dentro de la compañía que pueda ver tus mensajes, eso es una de las cosas que ellos mismos afirman y seguramente es cierta.

Para esto, imagínate cuánta gente se necesitaría para revisar los mensajes que se envían a través de WhatsApp. Si con los puros memes ya son miles de millones, ahora añádele cada mensaje de respuesta con emojis o un “jajaja”. ¡Son miles de millones al día! Literalmente. No es factible que una persona se ponga a leer los mensajes, pero para eso existen las computadoras.

Lo que dicen las leyes de protección de datos, por ejemplo en Europa, es que debes de avisarle al usuario en lo que van a utilizar tu información. Tanto WhatsApp, como Facebook, nos avisan que estarán utilizando nuestra información. Aquí la prueba:

WhatsApp FAQ sobre privacidad

Ahí dice. Sí nos avisan. Cuando creas la cuenta te preguntas si estás de acuerdo con los Términos y Condiciones. Estuviste de acuerdo. ¿No los leíste? Bien ahí. Es igual a firmar un contrato sin leerlo, porque prácticamente eso es lo que es. Así que sí, WhatsApp puede utilizar la información que ingresas a sus servicios. Cierto, no guardan esa información (sólo está en tu teléfono) y nadie dentro de las empresas de Facebook puede verla. Lo que sí te avisan es que usarán esos datos para “mejorar sus servicios”. ¿Cuáles servicios? Los que te mantienen pegado a la pantalla y te hacen pasar más tiempo del que te esperas. ¿Para qué quieren que los ingenieros de Facebook puedan ver tu información si ya el mismo software se encarga de mejorar las cosas?

“Si no pagas por el producto que estás utilizando, entonces tú eres el producto”

Antes de creer que Facebook escucha tus conversaciones, ponte a pensar: ¿qué conversaciones ya tuve dentro de sus aplicaciones donde pudieran sacar esa información? Sabiendo esto empieza a tener sentido porqué compró Facebook a WhatsApp hace años, ¿cierto? Por eso, a pesar de que no pagues nada por usarlo, sigue generando millones de dólares al año. ¿Te asusta el hecho de que WhatsApp pueda estar usando tus conversaciones para conocer más sobre ti? Esto sólo es la punta del iceberg.

¿Con no usar las aplicaciones de Facebook se soluciona el problema?

Mi hermana, por ejemplo, estoy seguro que dura la mayor parte de su día en su plataforma (cualquiera de las aplicaciones de Facebook). En este caso, ya conocen mucho de ella, sobre todo porque le cuenta más a Instagram su vida que a su propio hermano.

Yo en particular, soy completamente opuesto a mi hermana en eso. Sí, quizás paso algo de mi día en Facebook en busca de memes y la mayoría de la interacción que tengo con mis amigos es por WhatsApp (gracias, cuarentena), pero es menos de la mitad de mi tiempo que los uso. ¿Instagram? La uso menos que la aplicación del banco. Tengo una aplicación (vaya) que mide mi uso de mis otras aplicaciones, así que sé lo que les digo. Sin embargo, no creas que Facebook se detiene solamente ahí. No paso el suficiente tiempo en sus aplicaciones como para conocer todo de mí.

Así que sigue existiendo la cuestión: ¿de verdad está utilizando el micrófono para escucharme o a los demás que no usan sus aplicaciones? En realidad no. Espero hayas estado prestando atención, pero Facebook no necesita tu micrófono para conocerte, así que ¿cómo lo hace? Sencillo, usando galletas. A todos nos gustan las galletas, si a ti no… consíguete una vida. Aunque las galletas de Costco o las que hace mi mami son las mejores de esta vida, me refiero a las que están en internet.

La persona que las inventó fue muy inteligente, sobre todo por el nombre que les puso. Como ya dije, a todos nos gustan y es por eso que siempre las aceptamos cuando entramos a una nueva página. No voy a usar mucho tiempo para explicarlas, porque merecen toda una sección, pero básicamente es un pequeño texto que se guarda en tu celular o computadora. ¿Para qué sirve? Tiene muchos propósitos, pero sobre todo, el de identificarte. Como no utilizan tu nombre porque hay muchas personas que se llaman como tú (sí, como yo no porque mi nombre es especial, obviamente), entonces guardan un identificador. ¿Qué es esto? Imagínate que es como un nombre de usuario. Nadie sabe que eres tú, hasta que de alguna manera lo relacionen con tu persona. Así funcionan las galletas (o cookies, como generalmente las encontrarás en internet).

¿Cuál es la parte divertida de todo esto? Que tú puedes estar ligado a millones de galletas, porque has navegado por internet durante mucho tiempo. Así que es como un rompecabezas, sólo es cuestión de tiempo para poder juntar las partes y ligar esta información contigo. ¿Te confundí? Lo siento. Vamos de nuevo usando un ejemplo.

Imagínate que Bob utiliza Facebook sólo ocasionalmente. Él es más de utilizar solamente WhatsApp y Twitter. Lo que sí hace Bob, es navegar por diferentes páginas durante el día. Le gusta leer noticias, enterarse de eventos nuevos, estar informado y, sobre todo, jugar Pokemón Go. Cuando Bob entra a una página que habla sobre los siguientes eventos donde se van a presentar nuevas oportunidades en el juego, da clic en “Acepto todas las Cookies” sin darse cuenta lo que está aceptando. En ese momento, el sitio crea una cookie para Bob, con la cual va a utilizarla para medir de cómo llegó Bob a su sitio. ¿Por qué? Porque la página quiere enviarle promociones a Bob después para que compre playeras que el sitio vende. Entonces el sitio envía la cookie a Facebook para que después le muestre un anuncio a Bob. Y ahí es donde los hilos empiezan a enredarse. ¿Cuántos sitios de internet no utilizan este mismo mecanismo para vendernos más? Ahora, ¿cuántos sitios no ha visitado Bob y ha hecho lo mismo? Ni él lo sabe. Lo bueno, es que Bob es más listo que todos estos sitios. Él sabe cómo funcionan las cookies en internet, por eso, cuando Bob navega por internet, generalmente lo hace en modo incógnito (al final hablaré más sobre porqué lo hace).

¿Quedó más claro? Facebook no puede tenerte todo el día en su aplicación, sino sería muy obvio lo que quiere. Es por eso que inventó herramientas para que los negocios sacaran provecho de su aplicación y, a cambio, ellos le dan más información de nosotros. De ti, de Bob y de mí. Así es como Facebook logra identificar a cada usuario y no sólo ellos, también esto es lo que hacen Amazon o Google, por ejemplo.

¡Maldita sea! ¡Ya dime qué hacer!

Lo siento si ya te aburrí, quería explicar completamente qué es lo que sucede y cómo lo hacen, para que estés consciente de lo que hay. Ahora, esto se divide en tres acciones muy simples si quieres que esto juegue a tu favor. En realidad la primera es la más usada, sobre todo por los hombres y ya la mencioné…

1. Utilizar el navegador en modo incógnito

¿Qué sucede cuando estás en modo incógnito en el navegador? Básicamente no se guarda nada de tu historial, todo se carga como nuevo y las cookies tampoco funcionan, por lo que no pueden rastrearte. Cada vez que abres una nueva ventana de incógnito, es como si abrieras el navegador recién instalado. Esto permite que puedas navegar sin preocupación de que estás siendo rastreado por Facebook, o cualquier otro grande de la tecnología.

Ventana principal de modo incógnito de Chrome

Ojo: obviamente si entras a Facebook en modo incógnito, vas a darle información directamente, eso es obvio. Esto te sirve para cuando no quieres que lo que busques o veas, sea registrado por el sitio y luego ligado a tu cuenta de Facebook o Amazon. Así es, de esta manera, evitarás publicidad basado en tu historial de búsqueda. Esto es muy útil cuando tienes que buscar algo en Amazon que no es para ti y sólo andas de curioso, cuando quieres tener múltiples sesiones de Gmail abiertas o por si quieres ver por… qué motivo, razón o circunstancia la página está mostrando algo obsoleto (incógnito tampoco tiene caché).

2. Lee los términos y condiciones

Sí, hablo enserio. Si quieres evitar que te caigan con sorpresas los lugares que visitas, revisa los términos y condiciones. Es como platicaba con un amigo sobre deudas de crédito, cuando analizas y sabes cómo funciona no evitas que te la metan… pero al menos ya sabes por dónde va a llegar.

Si quieres un consejo para leerlos, la mayoría tienen la misma estructura. La primera parte prácticamente es de definición de conceptos y responsabilidades. Sin embargo, son los detalles los importantes, así que busca las secciones/apartados/cláusulas donde venga acerca de tu información. Esos sí detente a leerlos. Al menos lee aquellos de los cuales estás seguro que vas a usar más seguido, porque son a los que más datos les vas a estar dando.

3. Revisa las cookies que aceptas

Como los sitios te piden aceptar las cookies antes de aplicarlas, entonces tómate unos segundos (literal es lo que necesitas) para leerlas. Al menos, dale clic a la opción de “seleccionar cookies” y elige las menos posibles. Obviamente, hay algunas que son sólo para el sitio y para poder ellos ver datos sobre la gente que los visita, pero las de terceros (que se comparten con los grandes) son las que ligan tus datos.

Extra. Desactiva el micrófono de Facebook

Si no te quedaste a gusto y aún crees que Facebook puede escuchar lo que platicas con tus amigos, entonces te dejo unos sencillos pasos para desactivar el micrófono de la aplicación. Son cuatro pasos que debes de seguir y están aquí, no importa si tu teléfono es Android o si eres fresón y usas iPhone. Obviamente, esto desactiva tu micrófono para toda la aplicación, así que no podrás enviar audios a través de Facebook, Messenger o de donde la desactives. Tendrás que utilizar siempre tu teclado para enviar mensajes.

Espero que después de leer esto, no sigas pensando que tus datos y la información que tienes no valen nada. Cada dato que tú puedas brindarle a estas aplicaciones tiene muchísimo valor, porque son tuyos, es tu información y eso es parte de ti. Está bien que nos ofrezcan tantas ventajas y tan buenos servicios, pero debemos saber a cambio de qué estamos obteniendo estos beneficios. Recuerda, tú eres importante y tus datos también lo son.

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